El control de la
inflación que parecía estar a tiro de as se torna dudoso.
La Administración
Gaviria le está pasando lo mismo que a nuestro representante en la Copa
Libertadores de América. En los últimos minutos del partido está perdiendo toda
la ventaja que había acumulado en un buen primer tiempo. Con los últimos
acontecimientos económicos, los hinchas del Ministro de Hacienda estamos
sufriendo lo mismo que los seguidores del Profesor Maturana.
El caso de la caída de
los Rudi bonos es un ejemplo que ilustra lo anterior. Las reformas tributarias
generaron abundantes recursos para tapar el hueco fiscal. Con una situación
relativamente holgada en el campo de los ingresos, el gobierno pudo mantener
una dura posición de labios para afuera pero en el fondo bastante
generosa. Los recursos permitieron
aumentarles el precio interno a los sufridos cafeteros, aumentar el gasto
militar y financiar la liquidación de Colpuertos y el retiro de algunos
funcionarios del Senado. El Ministro de Hacienda siempre se oponía a los
aumentos pero muchas veces terminaba aceptando las demandas de los gremios y
grupos de presión.
En lugar de aumentar la
ventaja lograda en el frente fiscal abocando problemas como las bajas tarifas
residenciales de las empresas de servicios públicos y un bajo precio a la
gasolina, el gobierno se confió. La situación se complicó cuando al equipo del
profesor Hommes le anularon dos golecitos por fuera de lugar. El primero fue el
de la aplicación inmediata del IVA y el segundo el de los bonos de guerra.
Pareciera entonces que en política económica también se aplica el famoso dicho
futbolero: «el que no hace los goles los ve hacer».
Al igual que al
Profesor Maturana le ha tocado afrontar la indisciplina del Palomo y el Checho
al Ministro de Hacienda le ha tocado retirar a los Doctores Piza y Zarama por
esta misma causa, pues como muy bien lo dijo en donde manda capitán no manda
marinero. La angustia de los defensores de la política económica es muy grande
pues a medida que se acercan las elecciones el gobierno se va quedando solo.
Con el transcurrir del
tiempo se ve cada vez más difícil lograr las metas económicas. El control de la
inflación que parecía estar a tiro de as se torna dudoso. Como lo han mostrado
las recientes estadísticas la cifra nacional está a un solo punto de la meta
fijada y ya hay seis ciudades en donde ya se ha alcanzado la meta del gobierno.
El incremento del déficit fiscal puede ahora hacer imposible obtener un control
duradero de la inflación.
El respaldo político
del partido de gobierno es cada vez más precario. Es muy probable que en julio
el actual gobierno haya perdido todo su respaldo de su gobierno. El
precandidato que va punteando las encuestas actual embajador en España tratará
de distanciarse cada vez más del gobierno. El Ministro de Agricultura
continuará con su política de oposición desde el edificio Pedro A López. Los
otros candidatos liberales sin cuota ministerial arreciarán sus críticas a la
política económica y criticarán lo realizado hasta ahora.
Los próximos meses
prometen ser de infarto no solo por los partidos de nuestros representantes en
la Copa Libertadores, Copa América y selección al mundial sino para los hinchas
del Ministro de Hacienda.
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