De
acuerdo con el libro de McKinnon y con la experiencia estudiada por el Profesor
Edwards es importante realizar la liberación de la cuenta de capital de la
balanza de pagos a lo último.
El libro Dinero y
Capital en el Desarrollo Económico, escrito por el Profesor Ronald McKinnon,
fue uno de los mas comentados en los primeros años de los setentas. El fundador
de FEDESARROLLO, el Doctor Rodrigo Botero y algunos de los que estuvieron
encargados de la política económica en los primeros años del gobierno de López,
utilizaron el diagnóstico del Profesor McKinnon sobre la existencia de una
represión financiera como uno de los principales problemas de ese entonces y
propendieron por una liberación del sector financiero. La reforma financiera de
López, inspirada un poco por McKinnon, extendió a otros papeles los cambios
introducidos en el Plan de las Cuatro Estrategias para la financiación de la
vivienda.
Curiosamente y después
de casi veinte años el libro de McKinnon toma nueva actualidad. En su magnífica
exposición en el Simpsosio sobre Mercado de Capitales, que con éxito organizó
la Asociación Bancaria en los primeros días de este mes, el Profesor Edwards
previno sobre las dificultades que podrían surgir en el proceso de apertura en
caso de que la secuencia en que se realice la liberalización no sea la
adecuada.
De acuerdo con el libro
de McKinnon y con la experiencia estudiada por el Profesor Edwards es
importante realizar la liberación de la cuenta de capital de la balanza de
pagos a lo último. La experiencia ha mostrado que para lograr una
liberalización exitosa es necesario mantener durante todo el proceso una tasa
de cambio real alta, para permitir mantener unas exportaciones competitivas y
para compensar la disminución de la protección arancelaria y para-arancelaria.
La liberación de la
cuenta de capital de la Balanza de pagos ha dado lugar en muchos casos a la
entrada de capitales «especulativos». El influjo de capitales ha
contribuido en algunos casos a una revaluación de la tasas de cambio real. Esta
versión del Mal Holandés ha sido una de las causas de los problemas que
sufrieron algunos países del Cono Sur en su proceso de liberalización.
Mi interpretación de la
evidencia aportada por el Profesor Edwards es un poco distinta a la de tan
distinguido académico. Para poder crecer, el país necesita contar con los
recursos que los Colombianos tienen en el exterior. Tarde o temprano es
necesario terminar con controles que son evadidos totalmente. La experiencia
colombiana ha mostrado que los controles al movimiento de capitales no han
servido ni para impedir la fuga de capitales, ni para impedir la entrada de
esos capitales «especulativos». La existencia de 18 mil millones de
dólares en el exterior son testigo de la inutilidad de los controles a la
salida de capitales. La revaluación del peso a finales de los setentas y el
rápido crecimiento de los precios de la finca raíz, han mostrado que los
capitales «especulativos» pueden entrar a Colombia independientemente
de si la ventanilla siniestra se abre o se cierra.
La apertura en que esta
empeñada Colombia cuenta con un respaldo importante. Las medidas del equipo
económico liderado por el Ministro Hommes tienen hoy en día el apoyo de
académicos y hombres de negocios. La ocasión es propicia, las principales
medidas se están tomando y deben recibir el respaldo de todo el país. Lo único
que no podemos los defensores de la apertura es dejar de analizar si los
argumentos de Edwards y McKinnon sobre la secuencia que se debe seguir en el
proceso de liberalización son acertados.
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