En el caso de la
Empresa de Energía de Santa Fé de Bogotá, más que un contrato de Gestión entre
el Distrito y la administración, lo que se está haciendo es un convenio entre
los acreedores, como el Gobierno Nacional, y la Empresa; es decir, el
reconocimiento de que la segunda empresa más grande del país se encuentra en
concordato.
La semana anterior el
Señor Gerente de la Empresa de Energía de Santa Fé de Bogotá, hizo una muy
buena presentación de la situación de su empresa en un programa de la
televisión que se presenta a la hora en
que las carrozas se convierten en calabazas. Entre los temas tratados el que
más me llamó la atención fue el del convenio que se pensaba firmar entre el
Gobierno Nacional, representada por la Financiera Energética Nacional (FEN), y
el Distrito.
La firma del Convenio
marcará un hito importante en la gestión de las empresas oficiales. El Gobierno
Nacional ha considerado importante definir una serie de compromisos que las
Empresas deben cumplir a cambio del apoyo financiero. En el pasado, este
trabajo sucio muchas veces se delegaba a los organismos internacionales. Las
condiciones de aumento de tarifas, reducciones en la nómina y similares, por lo
general aparecían en los contratos de préstamo con los organismos
internacionales. Esta delegación del papel de malo no fue muy exitosa. El
cumplimiento de las cláusulas de tarifas nunca fue muy estricto. En muy pocas
ocasiones, se canceló un préstamo por incumplimiento de estas condiciones.
Como hemos
mencionado anteriormente, el uso de los contratos de gestión es muy
apropiado para manejar una empresa oficial. En esencia, la administración de la
empresa define por una parte una serie de resultados que puede cumplir y por
otra los recursos que requiere para poder alcanzar estas metas. El dueño de la
empresa y los administradores, formalizan estos compromisos en un documento que
después es utilizado para el control del cumplimiento de los compromisos
adquiridos.
Este instrumento de
control de gestión tiene una amplia utilización en el mundo. Electricité de
France lo utiliza con muy buenos resultados. Las promociones de los
funcionarios de esta entidad se hacen con base en la manera como los ejecutivos
cumplen con los compromisos acordados en los contratos de gestión.
Estos contratos de
gestión, se parecen a los compromisos firmados en los concordatos. La gran
diferencia es que en estos casos el convenio se firma entre los acreedores y
los dueños de las empresas; a cambio de recursos nuevos de crédito los dueños
se comprometen a tomar una serie de medidas que les garanticen el pago parcial
de las acreencias. Muchas veces los acreedores exigen la cesión de algunos
activos de la compañía para irse pagando lo que se les adeuda.
En el caso de la
Empresa de Energía, más que un contrato de Gestión entre el Distrito y la
administración, lo que se está haciendo es un convenio entre los acreedores,
como el Gobierno Nacional, y la Empresa. Pareciera entonces que el convenio en
vez de mostrar una nueva era de manejo moderno de la empresa, es más bien el
reconocimiento de que la segunda empresa más grande del país se encuentra en
concordato.
El Doctor Lázaro Mejía
ha estado respondiendo a las inquietudes de la ciudadanía. El Alcalde, tal vez
por sus innumerables compromisos no ha tenido el tiempo de explicarnos que se
va a hacer con los activos de la Empresa de Energía. No le hemos escuchado del
señor Alcalde por qué ha consentido en perder el fuero de nombrar al Gerente de
la Empresa. Para el ciudadano corriente hubiera sido mejor tener una empresa
más pequeña pero autónoma que una Empresa grande pero sometida.
Los candidatos a la
Alcaldía de Bogotá deberían pronunciarse sobre este importante punto. No es
posible que cuando lleguen al poder tengan que someterse a unos acuerdos en los
que no tuvieron participación.
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