La carencia de cifras actualizadas sobre la evolución de la
economía ha tenido importantes costos
EI equipo económico del gobierno ha actualizado su plan
macroeconómico para 1992. Las metas
fijadas al comienzo del año han sido revaluadas teniendo en cuenta lo
acontecido en el primer semestre del presente año.
Sin entrar a analizar si el programa macroeconómico se puede
cumplir, es apenas justo reconocer el esfuerzo hecho por el Departamento
Nacional de Planeación en la actualización de las cifras sobre la evolución de
la economía. Hasta el momento los
analistas económicos tenían que valerse de cifras aisladas para poder entender
lo que estaba pasando. Obviamente, dada
la gran dificultad de inferir el estado de la economía a partir de datos
parciales, muchas veces obtenían visiones muy diferentes.
Este ejercicio de inferencia siempre me hace recordar la
famosa fábula de los ciegos y el elefante.
Cada uno de los ciegos de la fábula se imagina el elefante dependiendo
de lo que puede tocar del paquidermo. De
igual manera, cada uno de los analistas llega a una conclusión diferente del
estado de la economía dependiendo del indicador a su disposición.
La carencia de cifras actualizadas sobre la evolución de la
economía ha tenido importantes costos.
Según Luis Jorge Garay, – uno de los mayores problemas a que se ha
enfrentado la administración Gaviria ha sido el no haber rectificado
rápidamente algunas de las medidas que no tuvieron el resultado previsto
inicialmente. Las demoras en esta
rectificación se debieron en buena parte a la carencia de cifras confiables y
oportunas sobre la evolución de la actividad económica.
El Dane, a quien por Ley le corresponde la producción de las
cifras de cuentas nacionales debería suministrar regularmente información sobre
la evolución del PIB. La viabilidad de
producir cifras trimestrales del PIB a partir de indicadores ha sido
ampliamente demostrada. El DNP lo ha venido
haciendo desde hace algún tiempo. Los
institutos de investigación como Fedesarrollo y publicaciones como la Nota
Económica producen estimativos de la evolución del PIB con recursos limitados.
Más aún, la anterior administración del Dane realizó
trabajos sobre trimestralización del PIB que pueden servir de base para la
producción trimestral de las cuentas nacionales. El Dane debe contar con el apoyo presupuestal
necesario para que a la mayor brevedad se produzcan regularmente cifras de
cuentas nacionales que permitan un seguimiento de la economía colombiana.
Los otros organismos del Estado deben preocuparse por
disminuir el retraso en la publicación de sus cifras. La Revista del Banco de la República, de
tanta utilidad para el analista económico, tiene un gran rezago. El número más reciente que encontré en mi
biblioteca corresponde al mes de febrero de 1992. Aun cuando uno podría pensar que el atraso de
la publicación se debiera al deseo de incluir las cifras correspondientes a
dicho mes, la realidad es que hay bastantes cuadros en que la última
información disponible corresponde a meses anteriores. Por ejemplo, la información sobre el Banco de
la República que aparece en los cuadros 2. 1.1 y siguientes se refiere a enero
de 1991.
La modernización de la economía debería comenzar por el
sistema estadístico colombiano. Una
economía moderna y dinámica no puede manejarse con el tipo de información
disponible en Colombia
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