Como muy bien lo
anotaba el anterior Gerente de la EEB para lograr garantizar una mayor
confiabilidad es necesario contar con niveles adecuados en los más grandes
embalses y en especial en los embalses agregados de la sabana y en el Peñol.
Al comienzo de la
semana se posesionó el nuevo gerente de la Empresa de Energía de Bogotá.
Deseamos muchos éxitos al Doctor Mauricio Cárdenas en su gestión en la EEB. Al
anterior Gerente lo felicitamos por su labor y en especial por haber logrado
que el Proyecto Guavio entrará a generar y a contribuir a la disminución del
apagón. Entre las iniciativas que no alcanzó a poner en funcionamiento el Doctor
Calderón durante su corta gestión es conveniente recordar su propuesta de
buscar llenar los embalses multianuales. Como muy bien lo anotaba el anterior
Gerente de la EEB para lograr garantizar una mayor confiabilidad es necesario
contar con niveles adecuados en los más grandes embalses y en especial en los
embalses agregados de la sabana y en el Peñol. La idea es bien interesante pues
esto permitiría sortear más fácilmente los problemas causados en años con pocas
lluvias.
La propuesta consiste
en pagar a las empresas de energía por no generar con el agua de sus embalses
durante los años con buenos regímenes de lluvias, con el fin de poder entregar
un alto nivel de embalses al concluir el año con abundantes lluvias. Esta
política de ahorro únicamente se justifica para los embalses multianuales pues
en los otros como Chivor y Betania no existe suficiente capacidad de
almacenamiento.
Aunque la propuesta del
anterior Gerente es bien atractiva existen una serie de interrogantes que deben
irse resolviendo. En primer lugar, debe tenerse presente que para poder llenar
los embalses multianuales es necesario contar con un excedente en el resto del
sistema que permita satisfacer la demanda sin tener que usar el agua almacenada
en los embalses. En estos momentos no parece que el sistema cuente con un
margen de maniobra suficiente para poder reducir las descargas de los embalses
multianuales. Para poder llenar los embalses se deberían mantener en magnífico
estado todas las otras plantas para poder utilizarlas en el período de lluvias
a plena carga.
En segundo lugar, para
poder lograr aumentar los embalses se requiere que los dueños de los embalses o
sea EPM y la EEB encuentren atractivo, desde su propio punto de vista, el no
utilizar el agua de sus embalses para generar. Según el Doctor Calderón una
manera de hacer atractivo que las dos empresas más grandes de Colombia no
generen sería mediante un subsidio pagado por el gobierno o por el resto del
sistema eléctrico nacional. El monto del subsidio y la forma de pago no ha sido
definido. La idea parece ser que el gobierno compensara a las empresas por el
costo de oportunidad incurrido. Como el agua se piensa ahorrar para utilizarla
en los años secos la compensación que debería hacer el Gobierno a las empresas
sería equivalente al interés dejado de percibir por las empresas durante el
período en que mantuvieran almacenada el agua. Otra manera equivalente, sería
que el gobierno comprara agua en el período de lluvias a las Empresas y lo
guardara en los embalses hasta que fueran necesario utilizarla en un año de
sequía.
Es claro que este
esquema podría generar una serie de dificultades. En primer lugar, haría que el
gobierno se viera involucrado en la operación de los embalses y que por lo
tanto las decisiones se volvieran más políticas de lo que ahora son. No es muy
difícil pensar el gran incentivo que tendría el gobierno para utilizar sus
ahorros de agua en vísperas pre-electorales. La determinación de las
compensaciones a las grandes empresas sería también motivo de grandes
controversias. Si el Gobierno quiere favorecer a las grandes empresas podría
fijar altas compensaciones. Si por el contrario quiere extraer parte de las
ganancias de las grandes empresas fijaría compensaciones muy bajas.
Si lo que se busca es
lograr ahorros en las épocas de mucha lluvia para utilizar el agua en épocas de
poca lluvia pareciera mucho más sencillo establecer un esquema en donde se
permitieran tarifas diferenciales por estación seca y por estación lluviosa. Si
las dos empresas más grandes pueden cobrar más en la estación seca que en la
estación lluviosa, tendrían un incentivo para ahorrar el agua de sus embalses
multianuales para poderlos utilizarla en la época en que les produjera una
mayor ganancia. Si el esquema de tarifas está bien calculado, se podría lograr
que las empresas se comportaran de la manera óptima para la sociedad al querer
maximizar sus ganancias. Este esquema de tarifas tendría la gran ventaja
adicional que los consumidores reducirían su demanda en las estaciones secas contribuyendo
a disminuir las posibilidades de apagón.
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