Lo que sorprende al repasar lo hecho por Lucas en su
vida profesional es la persistencia en la búsqueda de la verdad y en las
implicaciones que esto tiene para la teoría económica.
Uno de los ritos de
octubre en el campo de la economía es la selección del Premio Nobel de Economía
que tiene por objeto el premiar la trayectoria de uno o varios académicos en el
campo de la economía. Este año la
Academia sueca premió al notable economista Robert Lucas de la Universidad de
Chicago. El Profesor Lucas ha logrado a
los 58 años ser reconocido con tan importante galardón.
La labor de tan ilustre
profesor es reconocida por amigos y enemigos como de trascendental
importancia. Gracias a los aportes de
Lucas la manera como se enseña y practica la macroeconomía ha cambiado de
manera radical. Los trabajos de Lucas
han ido incorporados en las listas de lecturas de las principales universidades
americanas bien sea para que los alumnos lo acepten como el nuevo evangelio en
las escuelas defensoras del pensamiento neoliberal o para que los practicantes
de ortodoxia keynesiana encuentren argumentos en su contra que defiendan la
sabiduría convencional. Me acuerdo que
el Profesor Eckstein fundador de la firma de consultoría económica más grande
del mundo incluía como lectura obligada en su curso sobre la utilización de
Modelos Macroeconométricos, la critica de Lucas a la utilización de los modelo
macroeconómicos tradicionales.
Como lo han destacado las
agencias internacionales, el nombre de Lucas ha sido asociado con la escuela de
las llamadas expectativas racionales. En
los trabajos de Lucas los agentes económicos se comportan de una manera
racional en su enfoque hacia al futuro y no se contentan con solo mirar al
pasado para tomar sus decisiones sino como el dios Jano miran también al
futuro. Lucas al igual que Abraham
Lincoln parte de la base de que no es posible engañar a todo el mundo todo el
tiempo sino que los agentes económicos van aprendiendo a medida que pasa el
tiempo y cambian su comportamiento y sus modelos de acuerdo con los resultados
de sus pronósticos y la confrontación con la realidad.
Lo que sorprende al
repasar lo hecho por Lucas en su vida profesional es la persistencia en la
búsqueda de la verdad y en las implicaciones que esto tiene para la teoría
económica. Su primer trabajo publicado
en 1969, es un intento de aplicar al mercado laboral de un típico modelo
macroeconómico las técnicas de modelaje aplicados en los cursos de
economía laboral. Lucas inicia, pues, su
trayectoria académica buscando llenar un vacío importante dentro de la
tradición keynesiana que dominaba ampliamente la ortodoxia macroeconómica de finales
de los sesenta.
El manejo de la crisis del
petróleo obliga a un replanteamiento profundo de la teoría macroeconómica. La tradicional relación inversa entre
desempleo e inflación deja de funcionar en un mundo en el que aparecen
simultáneamente la inflación y el desempleo dando origen al termino de
estanflación. Lucas dedica su esfuerzo
intelectual a desarrollar modelos en los que se puedan presentar de manera
simultánea la inflación y desempleo pero en los que en el largo plazo tiendan
hacia un equilibrio. Los esfuerzos no
están dirigidos ya a reparar el modelo tradicional sino que comienzan a
orientarse a buscar un nuevo paradigma.
Lo que sorprende del
trabajo de Lucas y que se capta muy bien en el libro de Arjo Klamer,
«Conversaciones con economistas» y en el Prólogo de su libro
«Estudios en la teoría de los ciclos económicos» es la seriedad con
que realiza esta paciente labor de reconstrucción. A diferencia de lo realizado por Keynes en su
Teoría General, Lucas toma el camino largo de construir su teoría con elementos
muy sólidos que puedan ser refutados por sus contradictores.
La búsqueda de la verdad
unidas a un esfuerzo monumental por reconstruir la macroeconomía sobre unas
bases analíticas más sólidas son realmente admirables cuando se miran desde una
perspectiva colombiana. Mientras que en
Colombia los últimos veinte años se han dedicado infructuosamente a reconstruir
el modelo keynesiano y a justificar la intervención del Estado el Profesor
Lucas dedica toda una vida de trabajo a avanzar por el sendero del
conocimiento.
La revisión así sea de
manera rápida de la obra del Profesor Lucas hecha como parte de la preparación
de esta columna me ha servido para comprobar la falta de interés que existe en
Colombia en los temas teóricos. Los
comentarios que uno oye a nuestros expertos sobre el tema muestran un total
desconocimiento de los textos originales.
Todos hablan del trabajo de un premio Nobel sin nunca tomarse la
molestia de ir al texto original. Más
triste aún los que se sienten atacados por alguien no solo ignoran las criticas
sino que se dedican a criticarlo por cuestiones ideológicas. Para muchos la razón básica de no aceptar a
Lucas es su afiliación a la escuela de Chicago y no la validez de sus
argumentos.
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