Las previsiones macroeconómicas de Fedesarrollo muestran un severo impacto de la crisis económica
El martes de la semana pasada Anif y Fedesarrollo presentaron un importante seminario sobre Previsión Macroeconómica y Sectorial. Los asistentes se notaban preocupados por la gran incertidumbre creada por los acontecimientos políticos y estaban deseosos de conocer la posición de los conferencistas sobre el futuro de la economía colombiana.
El Ministro de Hacienda en un cambio del orden del día habló en primer lugar v trató de mostrar a la asistencia que la crisis política no había tenido ningún impacto adverso en la economía y que las perspectivas para el futuro seguían siendo buenas. Infortunadamente, los argumentos del Ministro no convencieron a muchos asistentes. El argumento de que Colombia era el país latinoamericano más estable en el período setenta noventa y dos sonó poco convincente al aplicarse a la coyuntura actual. Los aciertos de otras administraciones no garantizan el éxito de cualquier- política económica en cualquier- situación v lo que quieren oír los colombianos es la reafirmación de una política sana orientada a eliminar los desequilibrios existentes y los peligros de una crisis política.
El Ministro trató de demostrarnos que la situación económica era buena y además que era el resultado de las políticas del gobierno. Para ello apeló a la falacia post hoc descrita muy bien en el libro de Samuelson. El Doctor Perry trató de convencernos de que todo lo bueno que pasó después del 7 de agosto de 1994 ha sido causado por el gobierno Samper. Los desarrollos petroleros que son realmente el único motor del desarrollo nada tiene que ver con una política de la actual administración y por lo tanto no tienen relación de causalidad con la gestión del actual Ministro de Hacienda. La devaluación real del peso que ha impulsado el precio de las exportaciones menores tiene poco que ver con las políticas del gobierno. Tal como lo muestra un gráfico utilizado por el Ministro en su presentación, el comienzo de la aceleración de la devaluación coincide con la indagatoria de Medina y con la reclusión de Fernando Botero que de ninguna manera puede atribuirse a la política económica del gobierno.
Después de la poco convincente exposición del ministro Perry, les tocó el turno a los organizadores del evento. Javier Fernández hizo una presentación interesante de las perspectivas cambiarias. financieras y bursátiles. Según los estudios de Anif, el dólar se va a estar moviendo dentro de la banda cambiaria establecida por la Junta Directiva del Banco de la República con probabilidades de terminar el año pegado al techo de la banda. Para Anif es muy, probable que en 1996 la devaluación real sea baja y positiva del orden de uno al dos por ciento.
Las perspectivas cambiarias de Anif sobre el mediano plazo son positivas. Considera que no va a haber una crisis de confianza y que es posible financiar el déficit en cuenta corriente por lo que no prevé una crisis de confianza en el peso. Además, considera, con cierto optimismo, que el gobierno puede controlar una fuga de capitales mediante el uso de una política monetaria austera.
En su análisis de las perspectivas monetarias,, Anif dejó ver que el 96 puede ser un – año de altas tasas de interés y con efectos recesivos para la economía. Para Anif una variable clave es la diferencia entre la tasa de crecimiento del crédito y la tasa de interés activa. Si se diera un crecimiento del crédito inferior a la tasa de interés activa se podría entrar en una época de bajo crecimiento de la demanda y de riesgos crecientes en la calidad de la cartera.
Las previsiones macroeconómicas de Fedesarrollo, por su parte, muestran un severo impacto de la crisis. Para el Instituto de investigación, la declaración de Botero y el agravamiento de la crisis política, hizo bajar la tasa de crecimiento de este año de un 4.4 a un 3.8 por ciento. Según Fedesarrollo, 1996 pinta como un año un poco peor que el anterior. La inflación no disminuye. las exportaciones no crecen, el déficit externo se aumenta llegando a más de cuatro y medio millardos (miles de millones) de dólares.
Si bien los conferencistas prevén un difícil año 96. son bastante optimistas en el mediano plazo. Suponen que la estabilidad política regresa rápidamente: que hay una certificación de los Estados Unidos, que el gobierno mantiene la ortodoxia fiscal poniéndole conejo al Salto Social y que hay continuidad cambiaria. Bajo estas hipótesis se logra un final feliz en el 98. Bajo estas hipótesis tan optimistas el crecimiento del sector minero logra impulsar la economía a tasas cercanas al seis por ciento.
Infortunadamente. los eventos de la semana pasada han debido llevar a los analistas de Fedesarrollo a hacer otra drástica revisión de sus cifras. La posibilidad de lograr una estabilidad política es cada día más difícil. La crisis política no va a tener una rápida solución sino que, además, va a ser mucho más profunda de los que se preveía al comienzo de la semana pasada. Todo hace prever que la salida del Presidente por renuncia o por licencia no va a ser suficiente para lograr la tan anhelada estabilidad política. Entre más se demore la solución a la crisis mayores serán los problemas para la economía y más difícil será retomar la senda del crecimiento. Tal como se ven las cosas hoy, no sólo se ha perdido el 96 sino que el 97 y el 98 pintan regular. En estos momentos en los que se ve que los costos de la crisis pueden llegar a ser grandes. al menos debemos esperar- que los beneficios obtenidos superen los costos. Ojalá que Colombia le pueda poner un punto final a una época permisiva que le ha causado graves daños.
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