La ley sobre las
telecomunicaciones expedida en los Estados Unidos, complementada por las
reglamentaciones de la FCC, introducirá cambios importantes en un sector que se
ha caracterizado por un rápido cambio tecnológico
Álvaro
Pachón Muñoz
La revista Business Week
del ocho de abril presenta un artículo sobre la nueva era de las
telecomunicaciones que puede surgir como consecuencia de la ley expedida
recientemente por el congreso norteamericano. La ley de telecomunicaciones de
1996 a pesar de sus 4.000 palabras es apenas el inicio de la nueva regulación,
pues deja en manos de la FCC (Comisión Federal de las Comunicaciones) la
expedición de más de 100 regulaciones
encargadas de definir el nuevo entorno regulatorio de las comunicaciones en los
Estados Unidos.
La nueva ley,
complementada por las reglamentaciones de la FCC, introducirá cambios
importantes en un sector que se ha caracterizado por un rápido cambio
tecnológico. Bajo el nuevo entorno competitivo es de esperarse una competencia
mayor pues se eliminan las principales barreras a la entrada a los diferentes
segmentos. Las compañías de larga distancia pueden ahora entrar a competir en
los mercados locales y tienen entera libertad de aumentar su participación en
sectores como la televisión por cable, la televisión y la telefonía celular. Se
espera que como consecuencia de la reestructuración de las industrias
relacionadas con las telecomunicaciones, se llegue a unos mega competidores que
brinden un menú completo de comunicaciones electrónicas con servicios como el
videoteléfono, servicios a través de Internet y hasta un número único
telefónico.
Los servicios ofrecidos por AT&T, la
compañía mayor de los Estados Unidos, puede ser un indicador de lo que se ofrecerá
en un futuro. En este momento ofrece servicios de larga distancia, telefonía
celular, acceso a Internet, televisión por satélite y en el futuro servicio de
telefonía local. Los gigantes de los medios de comunicación están pensando
entrar a prestar servicios de telefonía local y las telefonías locales se
preparan para entrar en larga distancia.
El aumento de la
competencia en el campo de las telecomunicaciones augura una disminución de sus
costos. De acuerdo con la experiencia de la desregulación del mercado del
transporte aéreo, la entrada de nuevos competidores vendrá acompañada de
menores tarifas y de una reestructuración importante. Es de prever que por los
rápidos avances en la tecnología de las telecomunicaciones los cambios vengan
acompañados de una ampliación del ponqué total. De acuerdo con la revista
Business Week, se espera que para finales del siglo el mercado llegue al millón
de millones de dólares anuales.
La promulgación de la
nueva reglamentación va a permitir la construcción de las nuevas autopistas
informáticas necesarias para servir las crecientes necesidades de comunicación
tanto de los Estados Unidos como del resto del mundo. Es de esperar que el
gasto en planta y equipo electrónico se acelere con la expedición de la nueva
ley de tal manera que se superen las altas tasas de crecimiento, 51 por ciento,
de los últimos años. Los proveedores de equipos y de programas de entretención
se sienten a la puerta de una nueva edad de oro.
Aunque Business Week es
consciente de las dificultades de predecir quienes pueden convertirse en los
actores dominantes en el nuevo entorno, se atreve a pronosticar que
probablemente AT&T, MCI y Sprint sean los ganadores. Las habilidades de
mercadeo, el reconocimiento de sus marcas y sus abundantes recursos pueden
convertirse en los factores claves del éxito en el nuevo entorno competitivo.
Los probables perdedores en la contienda, según la revista mencionada, serán
las compañías de cable debido a la carga de la deuda, su baja rentabilidad y a
las dificultades tecnológicas de proveer un servicio interactivo.
La lectura del artículo
anterior indudablemente debería ser obligatoria para los colombianos
interesados en el sector de las telecomunicaciones pues los cambios
introducidos por la nueva legislación americana van a tener un fuerte impacto
en el mercado colombiano. Por una
parte, los cambios en la estructura del mercado y en sus tarifas afectarán de
manera importante la rentabilidad de las empresas colombianas y el tipo de
servicios que se ofrezcan. Por otra parte, en la medida en que la competencia
sea más intensa en los Estados Unidos las empresas americanas buscarán explotar
mercados menos competidos y de mayor rentabilidad. La presión de la competencia
en Estados Unidos será un factor adicional en la presión hacia la privatización
de los servicios telefónicos en
Colombia. Puede decirse que la nueva ley de las telecomunicaciones tendrá un
fuerte impacto aun en otros países que hoy en día el sector está en manos del Estado.
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