Justocuando me iba a disponer a publicar la columna de esta semana en el blog, el Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, soltó una noticia bomba en su alocución en la mañana de hoy 7 de marzo de 2016.
A una hora completamente inusual para dirigirse a los colombianos, el Presidente Santos le informó al país que le había aceptado la renuncia al Ministro de Minas y Energía, Tomás González Estrada, “porqué (el Ministro) asumió la responsabilidad por la demora en estas medidas de ahorro y ha presentado su renuncia.”
La columna que había venido preparando durante la semana pasada comenzaba con unas anécdotas de las últimas reuniones sociales a las que he asistido donde tanto las respetadas damas como los distinguidos caballeros comentaba sobre la intensidad de este Fenómeno del Niño. También iba a comentar sobre los efectos negativos que una sequía prolongada tiene en la producción de alimentos y en el sector eléctrico en un país como Colombia, en especial porqué gran parte de la energía depende del agua.
A principios del año las cifras oficiales apuntaban a que Colombia tenía una opción de pasar este Fenómeno del Niño sin la necesidad de racionar la energía eléctrica.
Según el informe de enero de 2016 realizado por XM, quien es la firma operadora del Sistema Interconectado Nacional (SIN), en ese momento Colombia contaba con una capacidad de 16.389,2 Megavatios[1](MW) para una demanda de potencia de 9.826 MW. De esta capacidad el 29% ó 4.743MW provenía de fuentes térmicas, dos terceras partes equivalentes a 10.862,32MW provenían de fuentes hídricas, y el resto de la capacidad instalada era de plantas menores y cogeneradores que sumaba 783,88MW, es decir el 4,8% del total de la capacidad.
Fuente: Informe de Oferta y Generación enero de 2016 p 12
Para disminuir el riesgo de apagón desde finales del año pasado, Colombia había empezado a utilizar intensivamente las plantas térmicas. En el mes de enero de 2016, las plantas térmicas generaron el 47,8% del total de los 5.593,36 Gigavatios hora[2](GWh) producidos por el Sistema Interconectado Nacional (SIN). El 48,3% del total fue generado por las hidroeléctricas y el resto, alrededor de un 4%, por las plantas menores y las cogeneradoras.
A pesar del uso intensivo de las plantas térmicas los embalses de Colombia han venido disminuyendo. En enero de 2016 las reservas hídricas almacenadas en los embalses se redujeron en 1.522,3 GWh. Pasando de 10.563,0 a finales de año a 9.040,7 GWh al final de enero de 2016. Esto equivale a una considerable disminución de 14 puntos porcentuales en los niveles de los embalses. Es importante resaltar que el porcentaje útil de agua en las hidroeléctricas al final de 2015 y a final de enero de 2016 es el más bajo de la historia reciente como se observa en el gráfico siguiente. Es importante recordar que el Apagón de Cesar Gaviria Trujillo de 1992 comenzó cuando los embalses llegaron a un nivel de 28% de capacidad.