Infortunadamente, la alta rentabilidad de
las entidades privadas que ofrecen el seguro de salud no se obtiene también en
las instituciones del gobierno. Por el contrario, el Seguro Social tiene que
cubrir la atención médica con los aportes de los otros riesgos.
Al sufrido usuario que
recorre las calles llenas de huecos de Bogotá, le sorprende ver el surgimiento
de entidades que ofrecen seguros médicos
voluntarios. Este boom del seguro médico voluntario parece estar mostrando que
esta actividad debe ser atractiva para que las entidades financieras, que por lo
general son muy cautas en entrar en nuevos campos decidan hacer inversiones en
un nuevo negocio.
Infortunadamente, la
alta rentabilidad de las entidades privadas que ofrecen el seguro de salud no
se obtiene también en las instituciones del gobierno. Por el contrario, el
Seguro Social tiene que cubrir la atención médica con los aportes de los otros
riesgos.
Es tan grande el
problema del Seguro Social que el Gobierno nos está anunciando un aumento del
100 por ciento en los riesgos de Invalidez Vejez y Muerte. La contribución va a
pasar del 6.5 del salario al módico 13% Nuevamente nos consuelan a los
trabajadores con el anuncio que únicamente nos va costar la tercera parte
porque el patrono generosamente va a aportar las dos terceras partes.
Como nos enseñan en el
primer curso de economía y como adecuadamente se registra en las cuentas
nacionales, las contribuciones salariales son parte integrante de la
remuneración de los asalariados. El aumento, por lo tanto va a recaer en los
sufridos trabajadores que verán disminuidos sus menguados ingresos.
El aumento en la
contribución al seguro social no tendrá como contraprestación ningún aumento en
los beneficios pensionales. Simplemente, vienen a tapar unos huecos creados por
un régimen pensional que fue aumentado generosamente en la administración Barco
y a cubrir el mal manejo que se le ha dado a los administradores de los bonos
de valor constante.
Los créditos baratos,
las malas inversiones y las políticas generosas han ido acabando con los
recursos del ISS. Más aún, el gobierno no ha hecho los aportes presupuestales
para cubrir los huecos dejados por los errores en el manejo de estos fondos.
Al pensar que este aumento pueda seguir el mismo camino que el que han
tomado las contribuciones anteriores, no puede uno menos que lamentar que el
Congreso no hubiera aprobado la privatización del manejo de las pensiones. Muy
distinto sería la actitud de los trabajadores hoy en día, si los recursos
adicionales pudieran colocarse en la institución financiera de sus preferencias
con la seguridad de que todo lo que se ahorra va a contribuir una vejez digna.
El camino fácil, tomado
por el gobierno al aumentar las cotizaciones del Seguro Social antes que hacer
los cambios y la privatización que el público esta demandando, nos ha
desilusionado. Confiábamos en que tanto la directora del Seguro como el
gobierno, tomarán las medidas difíciles de alta cirugía que requiere esta
institución de Seguridad Social.
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