La buena noticia de
poder contar con una oferta abundante de gas propano viene, acompañada de la
mala noticia de que esto le va a implicar al sufrido consumidor, un aumento de
casi el ciento por ciento sobre su factura mensual.
El presidente Gaviria
se dirigió a los colombianos el miércoles de la semana pasada. En su discurso
el Presidente señala una serie de posibles causas del cruel apagón que hemos
estado padeciendo desde las últimas elecciones. El miércoles, por primera vez,
se hizo un pronunciamiento enjuiciando la política de precios de los
energéticos.
Estoy totalmente de
acuerdo con el presidente cuando afirma que «Otro de los problemas es el
de la estructura tarifaria». Desde hace bastante tiempo he venido
sosteniendo que uno de los mayores problema del sector tiene que ver con las
grandes distorsiones vigentes en el precio de los energéticos. La fijación de
precios se ha hecho en buena parte con ánimo fiscalista tratando de generar no
más energía sino, más bien, más recursos para las empresas.
Está política ha sido
totalmente equivocada. Cuando se han elevado las tarifas por encima de su nivel
de equilibrio lo único que se ha logrado es generar unos excedentes de oferta
que han tenido como consecuencia el sobre-dimensionamiento. Por otra parte, los
precios bajos han tenido como consecuencia un exceso de demanda y una reducción
de la oferta. Los excesos de demanda o sobre-dimensionamientos son simplemente
otro nombre para precios altos en el sector energético y los racionamientos no
son sino la consecuencia elemental de los precios bajos de los energéticos.
La estructura diseñada
por sucesivas Juntas de Tarifas para el sector eléctrico ha llevado a
situaciones muy graves. Los problemas existentes son muy bien descritos por el
Señor Presidente en su discurso. «Hay muchas empresas de carácter
industrial y de carácter comercial que están pagando muy por encima de sus
costos, que están empezando a autogenerar, que se están empezando a salir del
sistema y que el sistema eléctrico va a quedar eventualmente con los usuarios
que no tienen capacidad de pago y que se van a salir los usuarios que si tienen
capacidad.»
El racionamiento
eléctrico se debe no solo a fallas en el sector eléctrico sino que en buena
parte es el resultado natural del exceso de demanda creado por unos precios
bajos de todos los energéticos. Como se muestra en el documento Conpes del
pasado 18 de diciembre, «En Colombia los precios de los energéticos tienen
una estructura inadecuada. Exceptuando el carbón, todos los energéticos tienen
un precio de venta inferior a su costo económico, lo cual supone subsidios al
consumidor.»
La masificación del
consumo del gas que nos promete el Presidente como una de las soluciones del
racionamiento de 1993 y que en sus palabras «nos permitirá cambiar la
composición de las fuentes de energía, tener más energía de origen térmico y no
tener ese recargo tan grande de energía hidroeléctrica que hace vulnerable todo
el sistema en tiempos de sequía» depende en buena parte de «llevar a
precios internacionales el gas propano, que es un material que tiene que importar
el país.»
El documento CONPES
mencionado, que entre otras, se ha hecho famoso por sostener la existencia de
2000 Mw en capacidad excedentaria eléctrica, tres meses antes de la iniciación
del más salvaje racionamiento de la historia reciente, muestra un cuadro impresionante
sobre estas distorsiones en el precio de los energéticos.
La energía eléctrica
por la cual estaríamos a dispuestos a pagar mucho más de su costo económico de
750 dólares por tonelada equivalente de petróleo (TEP) tiene un precio apenas
de 504.8 dólares y los afortunados que gozan sin ninguna justificación del no
racionamiento están recibiendo, además, un subsidio del 32.7 porciento. Esto
quiere decir que los privilegiados industriales y algunas entidades oficiales
que tienen su oferta garantizada reciben de los sufridos consumidores la
tercera parte del valor de su cuenta eléctrica.
El presidente ha
informado que quiere aumentar la oferta de gas propano y gas natural. La buena
noticia de poder contar con una oferta abundante de gas propano viene
acompañada de la mala noticia de que esto le va a implicar al sufrido
consumidor un aumento de casi el ciento por ciento, 92 por ciento para ser más
precisos, sobre su factura mensual de gas propano. Para llevar el gas natural a
su precio económico de 183.7 dólares por TEP el consumidor tendrá que pagar un
aumento, módico, del 69 por ciento. Sin embargo, a los usuarios del gas
natural, como los de Ciudad Salitre, les va a quedar el consuelo de que su
cuenta energética va a ser la más baja pues según el documento del DNP es el
energético diferente al carbón con el menor valor económico.
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