Aunque el verdadero impacto de la medidas solo se
podrá apreciar con el paso del tiempo es posible prever que esta medida va a
tener un efecto positivo en la economía.
El cambio en los encajes del sistema financiero ha
sido motivo de comentarios por parte de destacados analistas económicos. En sus
columnas del fin de semana los economistas de corte neoestructuralistas han
criticado la medida tomada por la Junta Directiva del Banco de la República.
Estos economistas han encontrado insuficiente la rebaja en los niveles de
encaje, considerando que el alivio concedido por la Junta no ayudará a bajar
los altos niveles de las tasas de interés. Este punto de vista de los más destacados
defensores de la política económica de la Administración Samper parece mostrar
un deseo por parte del gobierno de un fuerte estímulo monetario para
contrarrestar los síntomas de recesión
que se han comenzado a ver en estos días.
Aunque el verdadero impacto de la medidas solo se
podrá apreciar con el paso del tiempo es posible prever que esta medida va a
tener un efecto positivo en la economía. En primer lugar, el imponer la
disminución de los encajes sobre las nuevas captaciones disminuye el posible
impacto inflacionario de la medida y permite controlar la expansión monetaria
que se hubiera dado si se hubiera aplicado el cálculo del encaje sobre el total
de las captaciones. Esta moderación del impacto expansivo de una disminución
del encaje es absolutamente necesaria cuando se está empeñado en una lucha contra la inflación. El
mensaje antiinflacionario contenido en la medida es mucho más claro cuando se
tiene en cuenta que la reducción del encaje en las cuentas corrientes ha venido
acompañado de un aumento en los encajes en otros pasivos del sector financiero.
la Junta Directiva del Banco de la República ha mostrado a la opinión que la
lucha contra la inflación sigue siendo de alta prioridad que no piensa
abandonar mientras que los indicadores del crecimiento del IPC no mejoren.
La medida de reducción de encajes en las cuentas
corrientes abre la oportunidad para cambios importantes en el sector
financiero. Las autoridades monetarias y crediticias están indicando que los
bancos tienen que intensificar la competencia en la captación de liquidez a
través de la cuenta corriente. La intensificación de la competencia en la
captación a través de la cuenta corriente indudablemente ha de beneficiar a los
titulares de las cuentas. Los mayores beneficios obtenidos por los bancos se
podrán compartir entre bancos y depositante. El pago de intereses en cuenta
corriente podrá al fin darse con lo cual las diferencias entre cuentas
corrientes y depósitos de ahorro en UPAC tenderán a desaparecer en la medida en
la que las corporaciones de ahorro y vivienda se inventen métodos para que sus usuarios puedan girar algunos cheques al
mes.
Una mayor competencia en el sector financiero, sin
lugar a dudas, dará origen a la rápida adopción de importantes mejoras tecnológicas en el sistema de pagos. Los
clientes de los bancos podrán esperar contar con servicios que se disfrutan en
países donde impera una verdadera competencia en el sector financiero. En
resumen, la medida adoptada por la Junta Directiva puede resultar en un sector
más competitivo sin afectar adversamente el manejo
monetario y muestra una preocupación para seguir luchando contra la inflación.
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